enloquecido tal vez.
El sol se estrella en tus ojos,
baja por el subte y sale en la siguiente parada.
Se escucha a lo lejos la voz de Armstrong.
Quiero cruzar la calle pero hay un océano
entre tu mano y la mía.
Busco algun tronco...
El rojo de tu cabello, un hilo, lo tengo entre mis dedos:
Doy un paso al océano...
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