domingo, 28 de octubre de 2007

ST

Casi cerca, casi mi nombre, casi el tuyo que es casi el mio, o viceversa, o al revés frente a un espejo, o en el reflejo de un lago, como dos lunas que son la misma y tiemblan como una sola mano, como tu mano que casi encuentra la mía, como una sombra que huye y otra me mira, como un temblor de hojas que encuentran otras hojas, como dos violines que nunca suenan, como un piano frente a otro piano, como el escenario vacío que sólo tu voz llena, muy cerca, casi nuestros nombres, como un pliego que ha sido guardado por cien años, como el beso que no ha sido besado.

jueves, 25 de octubre de 2007

Cenizas para Michael

Aquí tiene, dijo el señor vestido de negro, con la cara gris y la sombra de un crucifijo cayéndole a medio rostro. Las sombras se hicieron para vernos partir, pensó mientras recibía las cenizas de su padre en una vasija de un material que no era mármol. El viento rebotaba en la esquina última de la casa, dejando como resto un silbido suave, un dolor de cuerpo que hasta ahora lo hacía desmoronarse, la rodilla después del accidente. La bombilla encendida a la salida de la funeraria le recordó que ya había anochecido.